En la superficie externa de la oreja en su parte anterior y posterior se encuentra un microsistema con puntos auriculares que representan las distintas partes de la anatomía humana. Estos puntos son alrededor de 300 y son detectables por el profesional cuando existe alguna patología o malfunción que a la larga desembocará en patología.
Estos puntos se encuentran a una distancia considerable (pabellón auricular) respecto de las áreas del cuerpo a tratar como cuando los dolores son en las rodillas las manos o la columna lumbar por ejemplo, lo que indica que la oreja es un verdadero “control remoto” a través de la cual se pueden activar glándulas que producen o liberan distintas hormonas y neurotransmisores que establecen la homeóstasis para equilibrar y restablecer la función dañada. Mientras que la disminución del dolor es el efecto inmediato esta terapia, trata en profundidad la enfermedad y no solo su representación sintomática. La auriculoterapia tiende a calmar dolores más rápidamente que la acupuntura corporal. La aurícula es una estructura pequeña pero su control sobre distintas partes del cuerpo puede ser impresionante.
La característica medible que tiene un punto activo (patológico o en desequilibrio) es que tiene una
disminución en su resistencia eléctrica (o aumento de conductividad) respecto de los demás puntos que lo
rodean. Otra característica que presentan es que resultan más sensibles cuando se ejerce una leve presión
sobre los mismos. Tradicionalmente se encontraban estos puntos (aún hoy es práctica habitual)
observando la mueca que hace el paciente cuando se palpa uno de esos puntos en la exploración del
pabellón auricular. Hoy en día se utilizan aparatos electrónicos para ubicar estos puntos siendo éste
método de diagnóstico el más fiable para su detección.
Existen distintos protocolos de tratamiento para las distintas patologías, sinembargo cada individuo es tratado según su historia personal en cuanto a la aparición y evolución de su padecimiento. Esto es vital ya que no existen “enfermedades” sino enfermos. De tal modo cada tratamiento debe ajustarse específicamente para cada quien según las características particulares que el caso conlleva. La auriculoterapia que llevamos adelante combina la escuela china y la occidental, esta última le dio un inmenso desarrollo evolutivo científico a esta terapia gracias al gran médico francés el Dr Paul Noguier .Su hijo Raphael Noguier continúa desarrollándola hoy en día.